John Forbes Nash es un matemático que recibió el Premio Nobel de Economía en 1994.
Aportó muchos matices a la teoría de juegos.
"Quizás el mejor ejemplo de un equilibrio de Nash es una variación del conocido “dilema del prisionero” modificado a fin de resaltar los efectos descritos. En esta versión hay varios jugadores (más de tres). El resultado sería mejor para todos si todos cooperaran entre ellos y no declararan, pero, dado que cada cual persigue su propio interés, y ninguno puede confiar en que nadie declarará, todos deben adoptar la estrategia de declarar, lo que termina en una situación (equilibrio) en la cual cada uno minimiza su posible pérdida.
Modificaciones adicionales permiten repetir el juego de forma indefinida (por ejemplo, con los jugadores repartiendo un “botín”, etc.). En todas esas situaciones resulta que la estrategia de no cooperar es la que minimiza el riesgo de pérdidas y otorga una ganancia media pero segura para cada jugador individual, pero la cooperación maximizaría la ganancia tanto a nivel individual como de grupo."
Quizás muchos al leer esto estaréis pensando que tan sólo es una idea más sobre economía, pero para él (y al menos para mí) representa mucho más. Nash padece esquizofrenia desde que entró en la universidad, el estrés, las ganas y el ímpetu de salirse de lo establecido y de conseguir un proyecto original sobre los comportamientos de las personas visto desde las matemáticas agravaron la situación. Él no sé dio cuenta de su enfermedad hasta que la realidad llamó a su puerta y se dio cuenta de que las persecuciones de criptocomunistas y de amigos del pasado sólo estaban en su imaginación, no eran reales. Por eso, para mí todas sus teorías tienen una especial importancia, es un ejemplo más de superación y de lucha. Tras muchos años buscando el reconocimiento en 1994 le llegó su hora, se lo merecía y todos lo sabían.
Y hasta aquí mi pequeño homenaje a John Forbes Nash (1928- ...siempre)
Quizás muchos al leer esto estaréis pensando que tan sólo es una idea más sobre economía, pero para él (y al menos para mí) representa mucho más. Nash padece esquizofrenia desde que entró en la universidad, el estrés, las ganas y el ímpetu de salirse de lo establecido y de conseguir un proyecto original sobre los comportamientos de las personas visto desde las matemáticas agravaron la situación. Él no sé dio cuenta de su enfermedad hasta que la realidad llamó a su puerta y se dio cuenta de que las persecuciones de criptocomunistas y de amigos del pasado sólo estaban en su imaginación, no eran reales. Por eso, para mí todas sus teorías tienen una especial importancia, es un ejemplo más de superación y de lucha. Tras muchos años buscando el reconocimiento en 1994 le llegó su hora, se lo merecía y todos lo sabían.
Y hasta aquí mi pequeño homenaje a John Forbes Nash (1928- ...siempre)